lunes, 5 de febrero de 2018

¿Hay solución para la evaluación de las competencias clave? (I): el estado de la cuestión

En las diversas formaciones a las que asisto sobre evaluación siempre existe un problema de fondo. Ya no es tanto la cuestión más o menos técnica y compleja de la evaluación. Si no de, en el contexto del sistema educativo español, cómo  evaluar las competencias clave. La evaluación DE las competencias clave (con ese DE resaltado) es el foco de esta entrada. No entro a valorar, ni entiendo, lo de evaluación POR competencias o evaluación competencial; si es lo mismo o no. Lo planteado aquí, puede sugerir una solución o directamente llevar a la conclusión de que no la hay, no sin transformaciones profundas de nuestro sistema educativo.

Estado de la cuestión

Actualmente el relato es el siguiente:
En el plano normativo, el Gobierno de España traslada la recomendación europea sobre competencias clave a su legislación:
- LOE / LOMCE
- Reales Decretos de currículo en la enseñanza obligatoria
- Normativa específica sobre competencias clave Orden ECD/65/2015.

En esta legislación, se trasladan las mismas competencias que en Europa, salvo las dos primeras que se convierten en una: Competencia en Comunicación Lingüística, que integra las competencias clave de la recomendación europea:
- Comunicación en la lengua materna
- Comunicación en lenguas extranjeras


Con esta normativa, cada comunidad autónoma desarrolla sus propios decretos de currículo en la educación primaria y secundaria, y al respecto de las competencias clave (en la mayor parte, si no es en todas):
  • Se vincula dentro de cada área/asignatura, cada criterio de evaluación o estándar de aprendizaje evaluable a una o varias competencias. Esto da la posibilidad de elaborar los llamados "perfiles de competencia".
  • Se dan orientaciones metodológicas (no en todas las normativas autonómicas) para que desde cada área o asignatura se trabajen las siete competencias clave .
  • Se establecen documentos oficiales que incluyen a las competencias clave, en concreto para su evaluación: en educación primaria, el informe final de etapa, y en educación secundaria obligatoria el llamado Consejo Orientador, en cada uno de los niveles de esta etapa. También, siguiendo la normativa, la consideración de dichas competencias clave para la propuesta de graduación del alumnado proveniente de la Formación Profesional Básica.
Y es en este último punto, aunque no sea relevante el hecho de aparición de las competencias clave en estos documentos oficiales, donde más se ha liado la cuestión. Incluso aunque no sea sólo con vocación de rellenar papeles y casillas, como si se tratase del Euromillones, casi todo docente que tiene un primer y sucesivo encuentro con esta tarea de "evaluar" competencias clave, se puede preguntar:
- Qué son las competencias clave y qué elementos y estructura específica tienen cada una de ellas,
- qué contenidos, destrezas y actitudes están relacionadas realmente con mi área o asignatura,
- cómo evaluarlas, si la calificación y promoción gira en torno a las áreas/asignaturas, que son además las que estructuran la organización escolar,
- quién las evalúa, ¿todo el profesorado para cada alumno/a?, ¿su tutor/a?
- para qué sirve su evaluación.

No parece haber contestación que solucione en la práctica estas respuestas. Estaríamos pues, como ocurre ahora, ante un hecho burocrático sin solución práctica. Una situación donde existe un doble foco al respecto de la evaluación: a) el de las áreas/asignaturas, con su tradición, su reflejo en la organización escolar y sus efectos en la promoción y titulación.
b) el de las competencias, sin tradición, sin reflejo en la organización escolar y con efectos nulos en la promoción y titulación, al menos directa.

No hay color. Ya no es sólo una cuestión de no saber evaluarlas: ese no es el problema del profesorado. Más bien de un descrédito de partida en cuanto a la función que tienen las competencias clave ante el hecho de la evaluación en concreto y el educativo, en general. Descrédito al que no pocos docentes se resisten, a pesar de ser generalizado, intentando hacer que funcionen.

Para finalizar con esta primera parte de planteamientos iniciales me gustaría señalar otra cuestión que es previa a la evaluación. Casi todos los centros, representados por parte del profesorado, en las formaciones sobre evaluación, se plantean inicialmente: ¿cómo puedo evaluar esta competencia (aprender a aprender, conciencia y expresiones culturales...)?

Bien, antes de eso cabría preguntarse:
  1. ¿Conozco la competencia, de qué va? Sin este conocimiento, no puedo hacerla reconocible en el proceso de enseñanza/aprendizaje. Es el universo de medida, el dominio a evaluar (la medición como parte del proceso de evaluación).
  2. ¿Doy pie a que mi alumnado evidencie a través de las tareas, actividades y ejercicios esos aprendizajes? Esto puede ocurrir implícitamente, en el curso de actividades que no tienen que ver con la competencia o bien de forma intencional, explícitamente, con actividades relacionadas con la competencia.
En definitiva, y en lenguaje sencillo: saber de qué va y provocar que se dé en el escenario. Si sé qué "mirar" y dónde, cuándo y a quién "mirar", puedo empezar a plantearme la evaluación.

Para saber más

- Página del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte sobre competencias clave e infografías.

- Valle, J y Manso, J. (2013). Competencias clave como tendencia de la política educativa supranacional de la Unión Europea. Revista de Educación, Extraordinario, pp. 12-33.



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