sábado, 8 de junio de 2019

Cuestionarios cognitivos (IV): ítems de respuesta cerrada y abierta

Para empezar, quien dice ítem dice pregunta. En esta entrada vamos a dedicarnos a describir los formatos de ítems que se pueden utilizar en un cuestionario cognitivo. Los formatos de respuesta cerrada han ido desapareciendo de nuestros cuestionarios de clase  (especialmente los de elección múltiple) quizá porque se han ganado una mala fama, injustificada en muchos casos dados los tipos de ítems de respuesta abierta que aparecen habitualmente:

Pregunta de respuesta abierta corta de un cuestionario de CC. Sociales 6º Ed. Primaria - Ed. SM

¿Qué aspecto del aprendizaje se persigue evaluar con este tipo de ítems del ejemplo?, ¿qué proceso cognitivo está implicado fundamentalmente? ¿Qué diferencia habría entre escribir el concepto o seleccionarlo de una lista?

Qué es un ítem

El ítem es la unidad mínima de medida de una prueba.

En una unidad de evaluación pueden presentarse ítems de distinta tipología, pero todos ellos están vinculados a un estímulo, un contexto determinado. En otras pruebas, los ítems no dependen de un estímulo concreto, como ocurre en la mayor parte de cuestionarios de clase.

Los hay de repuesta cerrada y de respuesta abierta. En algunas clasificaciones a los ítems de respuesta abierta se les denomina ítems de respuesta construida. Y existiría entre medio de los de respuesta cerrada y construida, los de respuesta semi-construida. A todos los efectos:

- Ítem de respuesta cerrada: se proporcionan las respuestas al alumno/a (que se tendrá que seleccionar, asociar, ordenar, colocar en un espacio...).

- Ítem de respuesta abierta: las respuestas las ha de proporcionar el alumno/a, sean cortas (una palabra o frase, un dibujo sencillo, gráfico, la resolución de una operación, colorear un área pequeña...) o largas (párrafos, textos, desarrollo de operaciones complejas o problemas).

Reglas a seguir en la escritura de ítems (de cualquier tipología)

La escritura de un ítem y su inclusión dentro del conjunto del cuestionario debe permitir la medida del rendimiento de los alumnos en la competencia evaluada.  Crear un ítem de forma aislada puede ser relativamente sencillo. Crear un conjunto de ítems que se adapte a los aprendizajes que queremos evaluar (determinados en criterios de evaluación, indicadores de logro o descriptores) y además en un número elevado, ya no es tan sencillo. A esto se añade la posibilidad de utilizar estímulos, con lo que se complica la redacción, ya que hay que hacerla en un determinado contexto.

En definitiva, para construir un ítem debemos tener, al menos:
  • Conocimiento en profundidad de los contenidos de la competencia o materia a evaluar.
  • Conocimiento de los aspectos concretos de los procesos cognitivos que se evalúan.
Estos dos puntos son los que definen la tabla de especificaciones de un cuestionario y por tanto es el elemento de partida para comenzar la creación y construcción de preguntas de manera organizada. Ejemplos de tablas (o matrices) de especificaciones y de cómo un ítem responde a la evaluación de un determinado aspecto los podéis encontrar en cualquier marco de evaluación. Por ejemplo:

En cuanto a las sugerencias generales:

Los ítems son independientes unos de otros, la resolución de uno de ellos no ha de influir en la de otro.
El objetivo de un ítem es obtener una conducta observable y claramente interpretable (debe ser capaz de discriminar). De la respuesta que proporciona un alumno/a debe poder inferirse, con un grado suficiente de fiabilidad y validez, un nivel de dominio de la competencia.

  1. Cada ítem debe ser diseñado para evaluar sólo el resultado seleccionado del dominio y por tanto debe de servir para provocar las ejecuciones deseadas.
  2. Cada ítem debería referirse a una sola cuestión o concepto con una respuesta correcta clara o mejor opción.
  3. Los ítems no deben proporcionar pistas a la persona que contesta.
  4. En cuanto a su redacción, deben ser claros y sintéticos, formulados en forma de pregunta (a ser posible) y siempre en positivo, evitando la negación y mucho más la doble negación.  Han de incluir contenidos importantes o significativos.
  5. Es muy importante también situar toda la información de un mismo ítem en una misma página, fácilmente abarcable con la mirada.
  6. En cuanto a su resolución se debe procurar minimizar el tiempo que el alumno necesita para su lectura y comprensión.
El objetivo principal de todo esto es evitar añadir a cada ítem dificultad irrelevante que lo aleje del propósito para el que ha sido creado, la evaluación de un aspecto del dominio de aprendizaje. Así que todos estos aspectos deberían tenerse en cuenta en una posible revisión del cuestionario.

Volviendo a cómo se encabezaba esta entrada, es muy habitual rehuir de los ítems de respuesta cerrada y utilizar todos los ítems de respuesta abierta. Sin embargo, no es lo recomendable cuando lo que se quiere evaluar es la recuperación (identificación, clasificación, reconocimiento...) de conocimientos (especialmente de hechos o conceptos), básicamente porque van a proporcionar mayor ventaja tanto al alumnado (en su respuesta) como al profesorado (en su corrección) sin restar un ápice de validez para lo que se pretende evaluar. Obviamente, los ítems de respuesta cerrada son más complejos de diseñar que los de respuesta abierta, porque incluyen (además de la pregunta (o tronco)) las alternativas de respuesta. Se aportará una entrada sobre las reglas de generación de ítems, sus ventajas e inconvenientes más adelante.

Formatos y usos más habituales de ítems

Puedes descargar la infografía que aparece a continuación. Cada tipología tiene unas reglas de generación (diseño) propias, y unas ventajas e inconvenientes. De las más señaladas como ventajas de los ítems de respuesta corta es la facilidad en su corrección, y de los de respuesta larga la posibilidad de valorar conocimientos y aspectos cognitivos más complejos (aplicar, analizar, evaluar y crear).