jueves, 26 de diciembre de 2019

Escalas de valoración

¡Por fin! Ya puedo ponerme un rato a seguir con el blog. He hecho récord sin hacer una entrada. El inicio de curso y trimestre ha sido especialmente ajetreado y me ha alejado de estos lares, aunque he seguido aprendiendo y haciendo otras cosas. Entre las relacionadas con evaluación del aprendizaje: coordinando el curso del INTEF, Evaluación de competencias: estrategias e instrumentos, ya finalizado, y espero que bien valorado. Y también coordinando la publicación de Cuadernos de Pedagogía: Especial Evaluación, junto con el amigo Lucas Gortázar. Publicación que ha visto la luz este mes y donde podéis leer el artículo de REDE: Hacia un nuevo modelo de evaluación, responsabilidad y mejora educativa.

Ahora a lo que nos interesa: las escalas de valoración, entrada con la que finaliza el repaso por los instrumentos de evaluación más utilizados en la valoración de los aprendizajes que podéis encontrar en este blog.

Las escalas de valoración son un instrumento que se situaría entre una lista de cotejo y una rúbrica:
  1. Mantiene los criterios de realización de forma explícita, al igual que las listas de cotejo.
  2. Se establecen niveles de logro en una escala, siguiendo uno o varios criterios de graduación: frecuencia, intensidad, modo, autonomía..., como lo hacen las rúbricas.
Por tanto, a lo largo de la entrada se harán continuas referencias a los dos instrumentos anteriormente descritos.

Definición

Instrumento para valorar, en un rango definido, el grado de cumplimiento de tareas de desempeño, niveles de habilidad, procedimientos o procesos, cantidades o cualidades.

El tesauro de ERIC, las define como una forma de registrar la magnitud estimada de un rasgo o cualidad y nos remite a términos más concretos o específicos como las escalas Likert, las de diferencial semántico y las escalas de valoración de conductas. Sobre las dos primeras seguramente realizaré una entrada, aunque no suelen utilizarse en el aula para valorar aprendizajes o desempeños cayendo más bien en el campo de la valoración de actitudes.

Así, estas tareas de desempeño, niveles de habilidad... se valoran en un nivel concreto dentro de un rango de valores. Por lo tanto, son similares a las listas de cotejo excepto en que indican el grado de cumplimiento, en lugar de señalar si se cumple o no se cumple (sí/no).Dicho de otro modo, las escalas de valoración añaden un elemento más a la listas de cotejo, la escala por la cual se van a valorar los distintos criterios de desempeño (o realización). En este caso, los criterios de desempeño no pueden valorarse en términos de realiza/no realiza porque admiten grados en función de alguna cualidad.

Ejemplos:
- Frecuencia: siempre, casi siempre, a veces, nunca
- Autonomía: sin apoyos, con apoyos puntuales, con apoyos frecuentes...
- Cumplimiento: completamente, en parte, sin realizar...
...

A veces la escala simplemente permite puntuar el criterio de desempeño sin la guía la cualidad que se pretende observar, aunque no es aconsejable.
En otras ocasiones, puede darse el caso de que tengamos distintas cualidades a tener en cuenta: frecuencia, autonomía...en distintos criterios de realización. Debemos procurar redactar los criterios de realización para intentar manejar sólo una de estas cualidades y mantener la homogeneidad de la escala.
Cuando se trata de frecuencias, suele ser habitual señalar el rango de cada nivel. Por ejemplo, Escribe la receta atendiendo a las normas de ortografía (Ortografía): Siempre (0 a 5 faltas de ortografía); A veces (6 y 10 faltas de ortografía); Nunca (Más de 10 faltas de ortografía).

Estructura de una escala de valoración

En una escala de valoración los criterios de desempeño van en una columna y el rango de cumplimiento con palabras descriptivas, con o sin números, en otras columnas. Estas otras columnas forman la "escala" y como se ha comentado pueden indicar un rango de logro, de acuerdo, de frecuencia, de autonomía, de motivación... En muchas ocasiones los criterios de desempeño se sustituyen por atributos, pero solo es aconsejable si se tiene claro qué hay detrás de cada atributo, es decir, el criterio de desempeño.

Usos principales


En cuanto a sus usos principales las escalas de valoración son un instrumento que se alinea con las rúbricas y las escalas de valoración. Son una buena herramienta para evaluar desempeños y proporcionar feedback a los estudiantes sobre qué aspectos deben mejorar en función de un criterio o cualidad determinada.

También puede ser un excelente instrumento para que elaboren los propios estudiantes y que lo utilicen como herramienta de coevaluación y autoevaluación según lo requiera el caso. Últimamente se están desarrollando elementos visuales que facilitan esta labor y atractivo para el alumnado: dianas de evaluación, estrellas, likes, acelerómetros, semáforos, uso de emoticonos...son todo versiones de escalas de valoración.
Autor: Proyecto Aprender (CC BY-NC-SA)


Ojo con esto, porque cuando nos hablan de un instrumento nuevo (ocurre con las dianas especialmente) en realidad no nos están ofreciendo nada nuevo, son escalas de valoración que se visten para salir de fiesta, nada más. Independientemente de lo atractivo de éstas, en el fondo se ha de procurar que estén diseñadas de forma que lo importante, los criterios de desempeño, o en su defecto los atributos, estén bien alineados con el currículo y con el contexto de realización de la actividad.

(Esta entrada está extraída en parte del contenido del curso del INTEF: Evaluación de competencias: estrategias e instrumentos. Autor: Javier Cortés De las Heras)

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